En
apenas once meses fueron asesinados dos jóvenes del Movimiento
Campesino de Santiago del Estero VC. La misma motivación, el mismo
método: empresarios sedientos de tierras convencen a unos pocos
pobladores, los convierten en sicarios, y los arrojan contra comunidades
que resisten, ante la pasividad cómplice del Estado desarrollista. No
hay errores, no hay excesos. Son los mojones de una matriz productiva
que aniquila.
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