El municipio de Pozo Hondo, le puso el nombre de Tomas Francisco Toconas,
a una calle y una placa de su nombre en el cementerio.
Toconas desaparecido
en el año 1975 y fue hallado en Santiago
del Estero.-se desempeñaba como trabajador de la zafra azucarera era militante del PRT y fue secuestrado el 26
de junio de 1975 en Monteros, Tucumán, fue asesinado y arrojado desde un
helicóptero, y terminó enterrado como NN en el cementerio de Pozo Hondo,
Santiago del Estero. El coronel Albino Zimmermann, jefe de policía de Antonio
Bussi, llegó a jactarse en reuniones familiares de haber tirado a guerrilleros
desde helicópteros a los montes tucumanos.
Durante por
mas de 30 años permaneció desaparecido pero cuidado por los pobladores que le decían
"el halladito" o el "almita” que cayo del cielo
Ester, la menor de la hijas mujeres, aún vive en Santa Lucía. En
el momento del secuestro de su padre tenía nueve años y todavía recuerda que su
madre nunca les contó que había pasado con su padre. Ese secreto se lo llevó a
la tumba cuando falleció en 1982. Los pequeños hermanos Toconás nunca
entendieron porque a veces el ejercito se acercaba a darles algunas
provisiones, pero también porque cada tanto se llevaban a su madre detenida. La
tenían unos días y luego la soltaban. La familia comenzó a alejarse y cuando
murió su madre, los hermanos quedaron huérfanos y solos. La familia y los
vecinos les daban la espalda. A todos los que preguntaban por su padre
les respondían siempre que no sabían nada. Así de dura fue historia hasta hoy,
que con dolor, puede comenzar a descubrir el pasado que se escondió en todo
momento.
“Yo siempre pregunté por
mi padre, pero nunca nadie me respondió. Yo no perdía la esperanza de
encontrarlo con vida, con verlo llegar, pero a veces me parecía que nunca iba a
ocurrir eso (.. rompe en llanto). Cuando me contaron que habían descubierto a mi
padre comencé recién a conocer lo que había pasado con él. Nosotros cuando
murió mi madre nos quedamos sin nada. Yo les cocinaba para mis hermanos y mis
otras hermanas salían a trabajar. Luego nos separamos y yo me quedé y formé mi
familia aquí, pero por lo menos ahora se que hay un lugar donde podré ir a ver
a mi papá. Yo se que el está ahí y podré ir a visitarlo” dice a lado de dos de sus hijos.
La tumba de Toconás, para los pobladores de Bajo Grande, es la
de alma bendita que hace milagros. Justamente y sin imaginarlo fue que hace dos
años llegó a ese lugar un equipo de un noticiero de Santiago del Estero. Al
comenzar a averiguar sobre el paradero de esa “almita” se dieron con que el
secreto era mayor y que detrás se escondía una parte de la historia más trágica
de nuestro país. Así y después de realizar los estudios de rigor, el Equipo
Argentino de Antropología Forense, descubrió de quién se trataba el cadáver que
allí estaba enterrado.
A partir de este informe el juez federal deberá disponer la
entrega de los restos a los familiares y establecer si existe causa alguna
sobre la desaparición forzada y o crimen de Toconas, en la provincia de
Tucumán.
Al lado de todo lo ocurrido los nietos de Toconás, Miguel y
Leonardo se acercan a su madre y le cuentan que están orgullosos. “Nosotros
estamos orgullosos, no sabíamos que teníamos un abuelo así” dicen con la frente
bien alta. Leonardo el próximo año ingresará en la Escuela de Marina de la Armada. “Mire lo que son
las cosas, yo el año que viene, el 8 de febrero voy a entrar en la Marina , voy a ser un
militar, pero no voy a ser como los que mataron a mi abuelo” afirma con esa
certeza propia de los sueños adolescentes.
Fuentes:
Archivo propio
Página 12
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