La Asociación por la Memoria, la
Verdad y la Justicia de Familiares de Detenidos Desparecidos y Ex Presos
Políticos de Santiago del Esterorepudia
abiertamente la
iniciativa del senador justicialista Gerardo Montenegro de homenajear en el
recinto del Senado de la Nación, la trayectoria de Carlos Juárez como personaje
ilustre de la política, y por lo tanto la decisión de aprobarla por parte de
ese alto cuerpo legislativo.
¿Es posible con una simple decisión
política, desandar la historia y desoír el clamor de la memoria de un pueblo
que tuvo que soportar por casi cincuenta años las consecuencias de las acciones
o inacciones de un gobierno que sumió a nuestra provincia en la pobreza, el
miedo y el dolor?
Quienes luchamos por la Verdad y por
la Justicia y que día a día seguimos trabajando para construir la Memoria no
nos olvidamos de la temible policía de Control Político y Social que el creara
en su primer gobierno en 1952 y la recreara en 1972 como Dirección de
Informaciones Policiales, su socio y amigo Carlos Jensen, interventor civil del
gobierno dictatorial de Lanusse. Y sobre todo no nos olvidamos de su
responsabilidad en la ejecución de la política represiva en la provincia
durante los años 73, 74, 75 y principios del 76, cuyas consecuencias se miden
en cientos de presos secuestrados y torturados y al menos 16 desaparecidos
antes del golpe militar. Quizás sea necesario para refrescar la frágil memoria
de nuestros representantes mencionar entre otras, la desaparición del Concejal
Peronista Emilio Abdala quien desapareció el 13 de diciembre de 1975, desde el
interior de la casa de gobierno, después de asistir a una citación realizada
por el mismo gobernador, sin dejar rastros hasta el día de hoy.
Y recordar como parte de todo ello su responsabilidad en la
designación del sanguinario Musa Azar al frente de la DIP, a la que convirtió
en el centro clandestino de detenciones más grande de la provincia por donde
pasaron miles de santiagueños desde 1974 hasta 1983, muchos de los cuales nunca
más aparecieron. Personaje a quien ya en plena democracia volvió a designar
como Secretario de Información Pública en su cuarto gobierno durante 1995,
agravando esta decisión con la designación en la Secretaría de Seguridad del ex
- mayor del ejército Jorge D’Amico otra figura emblemática de la sangrienta
represión en Santiago del Estero. Figuras que permanecieron en el poder hasta
el año 2003, después de los cual fueron imputados por la justicia federal por
graves violaciones a los DD. HH. y luego de procesados y juzgados fueron
condenados como responsables de numerosos secuestros, torturas, homicidios y
desapariciones.
Y así como estos dos nefastos
personajes ejecutores de la noche más oscura de nuestra historia Carlos Juárez
a quien se quiere homenajear como personalidad ilustre de la política, también
fue imputado y procesado por la justicia federal como responsable por graves
violaciones a los DD. HH. Y si bien la renuencia cómplice de los operadores
judiciales a su merecida condena, permitió que la impunidad biológica le ganara
a la lenta acción de la justicia, en nuestra memoria quedó y quedará grabada la
imagen de nuestra historia política manchada con la sangre y el horror de sus
crímenes, de los que no lo absolverán las desmemorias de quienes pretenden con
inmerecidos homenajes volver la historia para atrás.
¡No olvidamos, no nos reconciliamos, no perdonamos!
Memoria, Verdad y Justicia
ASOCIACIÓN POR LA MEMORIA LA VERDAD Y
LA JUSTICIA DE FAMILIARES DE DETENIDOS DESAPARECIDOS Y EXPRESOS POLÍTICOS
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