La Asociación por Memoria, Verdad y Justicia de Familiares de Detenidos-Desaparecidos y ex presos políticos de Santiago del Estero acompañamos en esta ocasión trascendente, a los hijos e hija de Carlos y a las familias Santillán y Lanzilloto.
Carlos Benjamín Santillán fue un reconocido militante político, secuestrado y desaparecido por la dictadura genocida –como tantos miles y miles de militantes políticos, luchadores populares y ciudadanos y ciudadanas opositores a los planes criminales de los militares (y de sus còmplices civiles) que usurparon el poder político de la Nación entregando el patrimonio económico del país y destruyendo el tejido social solidario para imponernos un modelo de país que, sembrando terror, despidos masivos, alarmante desocupación y cierre de fábricas, resultó en beneficio exclusivo de los grandes capitales transnacionales y socios locales.
Las consecuencias que nos dejó la dictadura genocida, las sufrimos a diario. Por eso, es ésta una ocasión especial donde queremos homenajear en Carlos, a todos nuestros desaparecidos y desaparecidas, que ofrendaron sus vidas para la construcción de un país con equidad y posibilidades de vida digna para todos y todas.
Y porque consideramos imprescindible apoyarnos en tres pilares fundamentales que son la Memoria, la Verdad y la Justicia para poder avanzar en la construcción del país por el que soñaron y ofrendaron sus vidas nuestros queridos desaparecidos y desaparecidas, reafirmamos nuestro compromiso con la búsqueda de la verdad de los hechos acontecidos durante el terrorismo de estado con cada uno de nuestros desaparecidos, torturados, asesinados y encarcelados para que sean juzgados y condenados los responsables sin más dilaciones ni sabotajes judiciales de quienes se resisten a la construcción de una memoria colectiva y activa, que no permita nunca más la repetición de la tragedia y ni la impunidad.
Es esta también una ocasión en la que queremos rendir homenaje a don Santillán, padre de Carlos, quien fuera uno de nuestros pioneros en la organización de Familiares en la provincia, a fines de los 60, (durante la dictadura del 66 al 73) asistiendo y acompañando a los presos políticos y exigiendo la inmediata libertad de los presos de la dictadura de Onganía y Lanusse. Luego de la desaparición de sus hijos Carlos y María Cristina y junto con organismos de DDHH exigiendo la aparición con vida de los detenidos-desaparecidos. A el nuestro reconocimiento y nuestra memoria.
- Carlos Benjamín Santillán, presente ahora y siempre!
- 30.000 compañeros y compañeras desaparecidos, presentes, ahora y siempre!
- Juicio y castigo ya a los responsables del genocidio y sus cómplices!
Por MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA, en Santiago del Estero, 28 de mayo de 2010.-
lunes, 31 de mayo de 2010
viernes, 28 de mayo de 2010
“Construir memoria es una visión de futuro”
Luis Garay y el bicentenario*
El historiador santiagueño y director del Instituto Espacio de la Memoria de Santiago del Estero da su impresión del impacto histórico que el bicentenario tiene para los santiagueños y recuerda las deudas que son necesarias saldar.
Luis Garay trabaja con la historia como herramienta cotidiana sobre todo aquella que revisita la presencia de los pobladores originarios en nuestra provincia. Es por eso que su visión de este revisionismo está atravesada por ese tamiz.
“Hay distintas miradas sobre esta cuestión y mucho tiene que ver ese desde donde se está mirando, qué es lo que visibiliza y qué es lo no. Creo que es una oportunidad única para hacer visible todo aquello que la construcción del estado nacional invisibiliza a partir de la declaración de la independencia o planteado desde otro ángulo. Sirve para saber quienes celebran estos 200 años y quienes quedan afuera de esto”.
Para Garay la gesta de descolonización es importante, no puede pasar desapercibida, “pero si nosotros la usamos para seguir ocultando una realidad que este bicentenario no pudo resolver al respecto de una inmensa proporción de la población originaria no sólo de Argentina sino en general de América Latina, quedará como que este bicentenario sirve sólo a aquellos que fueron incluidos en un nuevo proyecto de país”.
Personalmente Garay dice ubicarse desde aquellos sectores que no fueron incluidos en este proyecto “para hacer oír su voz y están reclamando esas viejas deudas que tienen cinco siglos en este territorio. Hoy, estos sectores se identifican como pueblos originarios emergentes del proceso de colonización y que fueron incluidos del proyecto de nación como tales, a los que nunca se les respetó su cultura, su lengua, en definitiva su identidad y que para poder ser argentinos tuvieron que dejar de ser todo aquello que de alguna manera venían siendo. Esto es lo que propone el proyecto educativo que es el sustento sobre el cual se construye el estado nacional de hecho”.
Bicentenario en Latinoamérica
“Creo que hay un ambiente que es propicio para el planteo y la reflección de estas cuestiones. Hay una serie de fenómenos que incluso tienen que ver con la globalización de la economía y la cultura que, como premisa esencial era necesario destruir el concepto de Nación que bajo del cual subsistían estos pueblos que estaban invisibilizados dentro de ese proyecto. Al romperse vuelve a ser visible y la diversidad vuelve a ser palpable y por supuesto los reclamos que eso trajo aparejado, fundamentalmente el derecho a la tierra. Ver que pasó con estos pueblos originarios, quienes fueron los dueños de estas tierras y que fueron despojados de sus derechos y negada su cultura e identidad como tales. Hay que analizar que pasó con ellos cuando se fueron los españoles, cual fue el reconocimiento de los nuevos estados hacia ellos. Esa es una deuda pendiente, que hoy, al producirse todo un proceso de reconocimiento de la multiculturalidad, ya no podemos resolver esta problemática homogenizando en un solo identitario argentino. Bajo de ese concepto de argentinidad hay una diversidad que hoy ya no se la puede ocultar, que reclama derechos porque tampoco alcanza con el reconocimiento verbal. Esta diversidad no es alegre, arrastra deudas de pueblos que han sufrido la tragedia de la conquista y la colonización, tragedia que nunca fue resulta en término de derechos. Esta diversidad necesita igualación y parecerse a lo que debería se un nuevo contrato social en la cual esta diversidad está contenida”.
Bicentenario y Santiago
“La realidad de Santiago del Estero no escapa ni al contexto nacional ni al internacional. Uno puede estar más de acuerdo con algunas posturas y menos con otras, con el nuevo proceso de reetnizacion y de identificación pero con lo que no se puede dejar de estar de acuerdo es con que esta diversidad debe lograr una igualación en derechos constitucionales. Quizás exija la necesidad de revisar ese contrato social de tal manera que pueda contener esta diversidad que se está planteando. Un ejemplo concreto y simple es el tema de quichua. Es una lengua emergente del proceso de colonización pero que quedó como lengua de una gran porción de la población santiagueña sobre todo rural. Son lo únicos que establecen una línea de continuidad histórica con aquellos viejos pobladores prehispánicos. Sin embargo esta lengua estuvo expresamente prohibida en la educación hasta 1983. Hoy no está prohibida y la constitución hace un reconocimiento muy mezquino de esta lengua que encuentra grandes dificultades para operativizarse en los planes de educación pública. Hoy deberíamos plantearnos si el quichua debería ser la primera lengua para muchos sectores de la población de Santiago del Estero y no una concesión que parece graciosa, de poder enseñarla como se enseña cualquier lengua extranjera. Para muchos pobladores es la primera lengua. Muchas veces se dice que esta es una lengua perdida, que no se la escucha comúnmente. Esta es una comprensión muy limitada. La lengua abarca mucho más que la expresión oral y escrita. Está sustentada sobre estructuras mentales que se han ido formando a lo largo del tiempo y que no coincide con el pensamiento que se puede expresar con la lengua castellana. Es toda una población que a pesar de no hablar en quichua, piensa en quichua”.
Proyección
“La importancia de la construcción de la memoria tiene que ver también con la visión de futuro. No es casual que el debilitamiento de la memoria conlleva un debilitamiento de las utopías. Eso no es casual. Eso se va naturalizando sin entender que la administración del tiempo ya no nos pertenece sino a aquellos sectores que necesitan establecer tipos de tiempo en los que la memoria y el futuro son innecesarios. Deberíamos hacer conciencia para poder liberarnos y encontrar estos resquicios que nos permitan mirar estas cuestiones desde otro lugar que tienen que ver con el pasado pero que también con el presente y sobre todo con la necesidad de las utopías. La resignificación del pasado se la hace desde el presente y con las necesidades que hoy se tienen. Nos acostumbramos a tomar la historia como algo que está dado, que está escrito. Sin embargo esa mirada al pasado que la visión institucionalizada es la que se encarga de difundir no es la única historia que hay. Hay otras voces, rostros, cuerpos que están expresando la memoria de otros tiempos y que es necesario incorporar. Estos 200 años nos traen a colación todo porque debemos fijarnos en el presente que estamos atravesando donde hay muchas deudas que saldar. Estamos en camino pero ese camino debe contar a aquellos que circunstancialmente no nos acompañan”.
*Publicado en Notiexpress Santiago del Estero
El historiador santiagueño y director del Instituto Espacio de la Memoria de Santiago del Estero da su impresión del impacto histórico que el bicentenario tiene para los santiagueños y recuerda las deudas que son necesarias saldar.
Luis Garay trabaja con la historia como herramienta cotidiana sobre todo aquella que revisita la presencia de los pobladores originarios en nuestra provincia. Es por eso que su visión de este revisionismo está atravesada por ese tamiz.
“Hay distintas miradas sobre esta cuestión y mucho tiene que ver ese desde donde se está mirando, qué es lo que visibiliza y qué es lo no. Creo que es una oportunidad única para hacer visible todo aquello que la construcción del estado nacional invisibiliza a partir de la declaración de la independencia o planteado desde otro ángulo. Sirve para saber quienes celebran estos 200 años y quienes quedan afuera de esto”.
Para Garay la gesta de descolonización es importante, no puede pasar desapercibida, “pero si nosotros la usamos para seguir ocultando una realidad que este bicentenario no pudo resolver al respecto de una inmensa proporción de la población originaria no sólo de Argentina sino en general de América Latina, quedará como que este bicentenario sirve sólo a aquellos que fueron incluidos en un nuevo proyecto de país”.
Personalmente Garay dice ubicarse desde aquellos sectores que no fueron incluidos en este proyecto “para hacer oír su voz y están reclamando esas viejas deudas que tienen cinco siglos en este territorio. Hoy, estos sectores se identifican como pueblos originarios emergentes del proceso de colonización y que fueron incluidos del proyecto de nación como tales, a los que nunca se les respetó su cultura, su lengua, en definitiva su identidad y que para poder ser argentinos tuvieron que dejar de ser todo aquello que de alguna manera venían siendo. Esto es lo que propone el proyecto educativo que es el sustento sobre el cual se construye el estado nacional de hecho”.
Bicentenario en Latinoamérica
“Creo que hay un ambiente que es propicio para el planteo y la reflección de estas cuestiones. Hay una serie de fenómenos que incluso tienen que ver con la globalización de la economía y la cultura que, como premisa esencial era necesario destruir el concepto de Nación que bajo del cual subsistían estos pueblos que estaban invisibilizados dentro de ese proyecto. Al romperse vuelve a ser visible y la diversidad vuelve a ser palpable y por supuesto los reclamos que eso trajo aparejado, fundamentalmente el derecho a la tierra. Ver que pasó con estos pueblos originarios, quienes fueron los dueños de estas tierras y que fueron despojados de sus derechos y negada su cultura e identidad como tales. Hay que analizar que pasó con ellos cuando se fueron los españoles, cual fue el reconocimiento de los nuevos estados hacia ellos. Esa es una deuda pendiente, que hoy, al producirse todo un proceso de reconocimiento de la multiculturalidad, ya no podemos resolver esta problemática homogenizando en un solo identitario argentino. Bajo de ese concepto de argentinidad hay una diversidad que hoy ya no se la puede ocultar, que reclama derechos porque tampoco alcanza con el reconocimiento verbal. Esta diversidad no es alegre, arrastra deudas de pueblos que han sufrido la tragedia de la conquista y la colonización, tragedia que nunca fue resulta en término de derechos. Esta diversidad necesita igualación y parecerse a lo que debería se un nuevo contrato social en la cual esta diversidad está contenida”.
Bicentenario y Santiago
“La realidad de Santiago del Estero no escapa ni al contexto nacional ni al internacional. Uno puede estar más de acuerdo con algunas posturas y menos con otras, con el nuevo proceso de reetnizacion y de identificación pero con lo que no se puede dejar de estar de acuerdo es con que esta diversidad debe lograr una igualación en derechos constitucionales. Quizás exija la necesidad de revisar ese contrato social de tal manera que pueda contener esta diversidad que se está planteando. Un ejemplo concreto y simple es el tema de quichua. Es una lengua emergente del proceso de colonización pero que quedó como lengua de una gran porción de la población santiagueña sobre todo rural. Son lo únicos que establecen una línea de continuidad histórica con aquellos viejos pobladores prehispánicos. Sin embargo esta lengua estuvo expresamente prohibida en la educación hasta 1983. Hoy no está prohibida y la constitución hace un reconocimiento muy mezquino de esta lengua que encuentra grandes dificultades para operativizarse en los planes de educación pública. Hoy deberíamos plantearnos si el quichua debería ser la primera lengua para muchos sectores de la población de Santiago del Estero y no una concesión que parece graciosa, de poder enseñarla como se enseña cualquier lengua extranjera. Para muchos pobladores es la primera lengua. Muchas veces se dice que esta es una lengua perdida, que no se la escucha comúnmente. Esta es una comprensión muy limitada. La lengua abarca mucho más que la expresión oral y escrita. Está sustentada sobre estructuras mentales que se han ido formando a lo largo del tiempo y que no coincide con el pensamiento que se puede expresar con la lengua castellana. Es toda una población que a pesar de no hablar en quichua, piensa en quichua”.
Proyección
“La importancia de la construcción de la memoria tiene que ver también con la visión de futuro. No es casual que el debilitamiento de la memoria conlleva un debilitamiento de las utopías. Eso no es casual. Eso se va naturalizando sin entender que la administración del tiempo ya no nos pertenece sino a aquellos sectores que necesitan establecer tipos de tiempo en los que la memoria y el futuro son innecesarios. Deberíamos hacer conciencia para poder liberarnos y encontrar estos resquicios que nos permitan mirar estas cuestiones desde otro lugar que tienen que ver con el pasado pero que también con el presente y sobre todo con la necesidad de las utopías. La resignificación del pasado se la hace desde el presente y con las necesidades que hoy se tienen. Nos acostumbramos a tomar la historia como algo que está dado, que está escrito. Sin embargo esa mirada al pasado que la visión institucionalizada es la que se encarga de difundir no es la única historia que hay. Hay otras voces, rostros, cuerpos que están expresando la memoria de otros tiempos y que es necesario incorporar. Estos 200 años nos traen a colación todo porque debemos fijarnos en el presente que estamos atravesando donde hay muchas deudas que saldar. Estamos en camino pero ese camino debe contar a aquellos que circunstancialmente no nos acompañan”.
*Publicado en Notiexpress Santiago del Estero
jueves, 13 de mayo de 2010
Exiliados e imputables
10/05/10
Por Silvana Melo
(APe).- Sentado en el cordón de cualquier vereda del conurbano, se abraza las rodillas y asoma apenas los ojos desde la capucha del buzo azul oscuro. Mira al mundo con la misma desconfianza con que el mundo -desde el colectivo o desde el supermercado- lo mira a él. Lo han convertido en un animalito a la defensiva. Preparado para atacar después del zarpazo al que lo tienen acostumbrado sus catorce años de respirar esos aires negros.
Sabe que es blanco fácil para el calabozo por origen, no más. Ni idea tiene de que si la Cámara de Diputados firma alegremente lo que el Senado aprobó en noviembre del año pasado, el calabozo será legalizado y sin hendijas para el pataleo.
Tampoco sabe -porque nadie habla con él, porque no lo tienen en cuenta, porque los legisladores no saben cómo nació, cómo sobrevive, cómo es su no familia ni lo que se mete en los pulmones cuando siente que no se anima a nada- que se lo demoniza en la tele, que se lo condena en las fortalezas detrás de las rejas que los ciudadanos se construyen para defenderse de él. No sabe que están esperando desde hace meses un crimen resonante para colar la ley en Diputados, en medio de la verborragia histérica de estos tiempos, y ganar el aplauso porque se está haciendo la patria firme y justa del bicentenario. A costa de aquellos a los que se abandonó y se condenó desde el vientre, a costa de todos aquellos a quienes se suprime sistemáticamente porque la patria del bicentenario será para pocos y elegidos.
La abstracta opinión pública, sin rostro pero con fuerte palabra, la cadena mediática de reproducción de sangre y la burda política que responde a los estímulos ocasionales pero también a su convicción filosófica, esperan. Hay tanto niño criminal que la compulsión que apretó al Senado fue la balacera contra el ex futbolista Fernando Cáceres. Cinco meses después, sin embargo, Diputados todavía espera la próxima noticia estridente de pólvora que se le endilgue a un pibe para poner el grito en el cielo y levantar las manos con pretensiones de unanimidad. Y que finalmente se baje la edad de imputabilidad a 14 años y el alarido social aplaque los decibeles y la televisión se regocije y ya nadie deba tener miedo de que la pequeña negritud baje de las villas en bandadas a quedarse con los bienes y los males de los elegidos para este lado del mundo.
En 2010, la Argentina de las contradicciones bicentenarias pondrá en marcha el límite para el trabajo infantil en los 16 años. Pero se los podrá juzgar y encerrar a los 14. El mismo Estado que invisibiliza a seis millones y medio de chicos menores de 18 años sumidos en la pobreza -la mitad de ellos indigentes-, el mismo que dejó sin atención médica mínima al 47% de ellos, el mismo que permite con su ausencia la muerte de 25 diariamente por causas emparentadas con el hambre, el mismo que les quebró la familia, el que los hacina de a ocho en cuartos miserables, ese mismo se rasga las vestiduras ante el pibe que roba, que ataca, que transgrede como forma de supervivencia. Con las drogas en una invasión sin freno en los sectores más populares, como un puñal disciplinador que deshinibe para la muerte o mata por propia eficiencia. Todo huele a una oscura política de dilusión y barrido de residuos.
Durante el siglo de existencia de la Ley de Patronato se encerraba a los pibes en terribles ensayos de cárceles: el 90 por ciento estaban presos por pobres. Ese 90 por ciento quedó, en la provincia de Buenos Aires, a la buena de dios -es decir, de las organizaciones sociales a las que el Estado les paga las becas cuando el dinero logra esquivar las prioridades represivas o la férrea estructura de corrupción que todo lo resiste- y sólo se discute qué hacer con el pibe de 14 que comete un delito grave. No hay espacio ni políticas ni ojos ni reparo ni sopa caliente para el resto. Hasta que el horror los convierta en primera plana. Y siga dando vueltas con dramática eficiencia el engranaje que decide quiénes recibirán al futuro con palmas en una vereda soleada y quiénes, como él, que se abraza las rodillas en el cordón de una vereda del conurbano, lo verán pasar desde los ventanucos invisibles de un exilio de paco y estigma.
Fuentes de datos:
Diario Página 12, Infobae, UNICEF, Save de Children
y Agencia de Comunicación Rodolfo Walsh
viernes, 7 de mayo de 2010
COLECTIVO JUICIO Y CASTIGO
El colectivo “Juicio y Castigo” de Santiago del Estero está conformado por organizaciones de Derechos Humanos, organizaciones sociales, partidos políticos, centros de estudiantes universitarios y secundarios.
Con una participación amplia y diversa, el colectivo se define como un espacio de lucha por la Memoria, la Verdad y la Justicia que pretende romper el cerco de la impunidad que desde hace más de treinta años impide la realización de los juicios y el debido castigo a los responsables del genocidio en nuestra provincia.
La posibilidad de llevar a cabo los juicios, abierta hace siete años, se debate hoy con la incertidumbre de un tiempo que se estira cómplice, entre vericuetos y trampas legales, desapariciones (Julio López), crímenes (Silvia Suppo) y amenazas directas y veladas a testigos, lo que convierte la vía judicial en un andamiaje montado para conspirar contra la propia justicia y la verdad, apostando al miedo, el cansancio y la desazón.
Frente a esta realidad, nuestra presencia se afirma en el compromiso asumido, en el convencimiento de que la búsqueda de la verdad y la justicia, constituyen bases sólidas para una verdadera democracia que funcione con equidad y solidaridad.
Alzamos la voz para denunciar a los sectores políticos que todavía pretenden a tender un manto de impunidad y de olvido sobre la historia, echando a andar los vientos de la amnistía con los viejos argumentos de la “teoría de los dos demonios“, que transforma los crímenes de lesa humanidad -ejecutados sistemáticamente por el Estado convertido en terrorista- en “excesos” de una supuesta “guerra no querida”.
Asimismo, nos pronunciamos contra los intentos de vaciar de contenido político nuestra lucha, instalando una falsa contradicción entre los derechos humanos de ayer y los de hoy, despreciando maliciosamente el camino iniciado hace mas de treinta años por familiares y organismos de derechos humanos; un camino que une los tiempos en una sola lucha.
El juicio y castigo de todos los delitos de lesa humanidad cometidos por el Terrorismo de Estado resultan imprescindibles para desterrar la impunidad que aún ampara a muchos genocidas y naturaliza sus prácticas en el seno de una sociedad que ya las condenó.
Denunciamos la obstrucción premeditada de sectores del Poder Judicial que permanentemente sabotea los intentos de investigación y avance de las causas en nuestro país por lo cual exigimos a todas las instancias del Estado, un compromiso firme para la superación de estas trabas y se haga justicia.
Desde este COLECTIVO JUICIO Y CASTIGO decimos:
¡Juicio oral y público por el crimen de Cecilio Kamenetsky YA !!
¡ Cárcel común y efectiva para sus responsables !!
Santiago del Estero, 06 de mayo de 2010
Asociación por la Memoria, Verdad y Justicia – Familiares de Desaparecidos y Ex presos políticos de Santiago del Estero
Asamblea permanente por los derechos humanos
Red por la Identidad de Abuelas de Plaza de Mayo
Cátedra Libre de DDHH de la UNSE
Servicio de Educación Popular y Desarrollo
Practica Alternativa del Derecho
Movimiento Universitario SUR
Agrupación Universitaria MARIATEGUI
Libres del Sur
Barrios de Pie
Federación de Tierra y Vivienda (FTV)
Juventud de CTA Santiago del Estero
Movimiento Evita
Compromiso Social
Partido Comunista
Corriente Nacional y Popular 25 de Mayo
Movimiento Tupac Amaru
Con una participación amplia y diversa, el colectivo se define como un espacio de lucha por la Memoria, la Verdad y la Justicia que pretende romper el cerco de la impunidad que desde hace más de treinta años impide la realización de los juicios y el debido castigo a los responsables del genocidio en nuestra provincia.
La posibilidad de llevar a cabo los juicios, abierta hace siete años, se debate hoy con la incertidumbre de un tiempo que se estira cómplice, entre vericuetos y trampas legales, desapariciones (Julio López), crímenes (Silvia Suppo) y amenazas directas y veladas a testigos, lo que convierte la vía judicial en un andamiaje montado para conspirar contra la propia justicia y la verdad, apostando al miedo, el cansancio y la desazón.
Frente a esta realidad, nuestra presencia se afirma en el compromiso asumido, en el convencimiento de que la búsqueda de la verdad y la justicia, constituyen bases sólidas para una verdadera democracia que funcione con equidad y solidaridad.
Alzamos la voz para denunciar a los sectores políticos que todavía pretenden a tender un manto de impunidad y de olvido sobre la historia, echando a andar los vientos de la amnistía con los viejos argumentos de la “teoría de los dos demonios“, que transforma los crímenes de lesa humanidad -ejecutados sistemáticamente por el Estado convertido en terrorista- en “excesos” de una supuesta “guerra no querida”.
Asimismo, nos pronunciamos contra los intentos de vaciar de contenido político nuestra lucha, instalando una falsa contradicción entre los derechos humanos de ayer y los de hoy, despreciando maliciosamente el camino iniciado hace mas de treinta años por familiares y organismos de derechos humanos; un camino que une los tiempos en una sola lucha.
El juicio y castigo de todos los delitos de lesa humanidad cometidos por el Terrorismo de Estado resultan imprescindibles para desterrar la impunidad que aún ampara a muchos genocidas y naturaliza sus prácticas en el seno de una sociedad que ya las condenó.
Denunciamos la obstrucción premeditada de sectores del Poder Judicial que permanentemente sabotea los intentos de investigación y avance de las causas en nuestro país por lo cual exigimos a todas las instancias del Estado, un compromiso firme para la superación de estas trabas y se haga justicia.
Desde este COLECTIVO JUICIO Y CASTIGO decimos:
¡Juicio oral y público por el crimen de Cecilio Kamenetsky YA !!
¡ Cárcel común y efectiva para sus responsables !!
Santiago del Estero, 06 de mayo de 2010
Asociación por la Memoria, Verdad y Justicia – Familiares de Desaparecidos y Ex presos políticos de Santiago del Estero
Asamblea permanente por los derechos humanos
Red por la Identidad de Abuelas de Plaza de Mayo
Cátedra Libre de DDHH de la UNSE
Servicio de Educación Popular y Desarrollo
Practica Alternativa del Derecho
Movimiento Universitario SUR
Agrupación Universitaria MARIATEGUI
Libres del Sur
Barrios de Pie
Federación de Tierra y Vivienda (FTV)
Juventud de CTA Santiago del Estero
Movimiento Evita
Compromiso Social
Partido Comunista
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