Este nuevo 10 de
diciembre nos encuentra nuevamente reunidos en esta histórica plaza de la
memoria para celebrar un aniversario más de la declaración universal de los
derechos humanos pero también un año más de democracia, una democracia que supimos conseguir a fuerza de
lucha, de la lucha de muchos, -muchos de
los que hoy no están físicamente,-
pero si en nuestro compromiso cotidiano de defender con uñas y dientes lo
conseguido y profundizar el camino trazado en busca de Memoria, Verdad y
Justicia para todos y todas, valores que vamos
recuperando con nuestro pueblo como pueblo día a día vamos construyendo y tratando
de consolidar una cultura de los Derechos
Humanos.
El 5 de diciembre vivimos
en nuestro Santiago del Estero un claro día de justicia con la
ejemplar sentencia que condenaba a 10 de los responsables del genocidio
en el país y nuestra provincia, cobardes señores de la muerte, del crimen
y la tortura: a aquellos que hasta no hace mucho
tiempo con su soberbia todavía a cuestas, se creían dueños de nuestras vidas y
de nuestra historia; historia que no se
tomó revancha sino que con la firme voz de la verdad encarnada en
cientos de voces surgidas desde el fondo de la memoria hizo
justicia.
Se cerró un
capitulo mas de esta larga historia que continúa;
un capitulo que también celebramos este 10 de diciembre como un triunfo
colectivo y que nos da fuerzas para continuar exigiendo, y
recordándoles a los responsables de la justicia federal en Santiago del Estero que aún queda un largo camino
por recorrer, con cientos de asesinos y sus cómplices sueltos, sabemos
sus nombres, aún hoy vivimos el horror de sus crímenes y no pararemos
hasta que todos encuentren su justo castigo.
Una larga lucha
para saldar deudas del pasado que aún son presente, lucha que se nutre de
las viejas luchas y de la sangre de muchos de los que hoy están ausentes, son
las luchas del pueblo por una justa distribución de la riqueza y el acceso a
los derechos a un trabajo digno, a la educación, y a la salud; el derecho largamente reclamado por
nuestro campesinado a la tierra que aún la riega con su sudor y con
su sangre; el derecho a la paz, desterrando para
siempre la violencia de la tortura y el mal trato de instituciones del
estado como la policía.
Por eso y por
mucho más, en este 10 de diciembre los invitamos (los y las convocamos
a seguir recorriendo juntos este camino que iniciamos en busca de
Memoria, Verdad y Justicia, sin las cuales
es imposible construir una democracia para todos, una democracia justa, con
plenos derechos.
¡¡¡¡EL PRESENTE ES DE
LUCHA, EL FUTURO ES NUESTRO!!!!